
viernes, 28 de febrero de 2014
Educar con estrella

lunes, 24 de febrero de 2014
Excéntrico
Aunque
en su día acabé licenciándome en Psicología, no me considero un psicólogo al
uso. Básicamente porque a diferencia de la Medicina –mi otra gran vocación-,
apenas la he ejercido a nivel profesional. Eso no significa que no me haya sido
útil en la atención a mis pacientes, en el asesoramiento que desde esa
condición hago a algunas ONG –como al Proyecto Solidario Los Argonautas-, e
incluso en mi propio crecimiento personal.
Aunque
me apasione la Lectura y periódicamente publique reseñas de algunos libros,
tampoco me considero un crítico al uso. Básicamente porque a diferencia de la
Escritura –mi otra gran afición-, apenas alcanzo más allá de los medios con los
que suelo colaborar. Eso no significa que no sea en ellas lo más honesto posible,
que no presuma de haber reseñado a autores de primera línea antes incluso de
ser conocidos, o que alguna haya tenido una notable repercusión.
Con
estos precedentes, llega a mis manos otra obra singular: Excéntrico (Cuadernos del Laberinto) del escritor malagueño Juan Guerrero Sánchez. De
entrada diré que me ha gustado por cómo está escrita, me ha resultado original por
cómo está planteada y me ha sorprendido por cómo termina. Se trata de un libro
que se adentra sin tapujos en los recovecos más íntimos de la mente humana.
Incluye sentimientos, pasión, sexo, deseo, alucinaciones, manías, detalles
culturales (en especial sobre Música y Pintura), demencia, crisis.
Su
narrador es un psiquiatra que escribe e interactúa con el lector a propósito de
tres pacientes que comparten locura y cotidianidades en una institución mental:
Laura, Daniel y Narcissus. Tres tramas aparentemente distintas pero con varios
nexos de unión, en las que se mezclan la realidad de lo que ellos viven con la
ficción que dicho facultativo pudiera añadir. Tres personajes al límite que
Guerrero describe con maestría, haciéndoles veraces pese a sus extravagancias y más próximos a nosotros de lo que a priori pudiéramos creer.
Excéntrico es un cóctel de pequeñas historias aparentemente inconexas con un destino
común. Es un puzle que podría parecer caótico, en el que las piezas terminan
encajando. Es una crítica abierta a algunas aspiraciones de nuestro tiempo que nos
limitan de modo importante, como la ambición por triunfar, la sumisión a las
modas, la violencia innecesaria o el individualismo. Es un tratado literario
sobre diversos trastornos mentales que acaban interesando más que la propia
cordura.
Sin
duda estamos ante una obra distinta que recomiendo expresamente para leer de
manera pausada, para releerla, para mirarnos en ella, para reflexionar sobre eso
que vemos… Y cómo no, para pensar lo que somos, cómo somos y si en realidad
somos más excéntricos de lo que realmente pudiéramos pensar.
miércoles, 19 de febrero de 2014
Los cuentos son el repique de la memoria
Siete
paraguas al sol es una novela de cuentos, o de historias reales, o de
personajes de ficción a los que Manuel da vida con su pluma grácil y seductora. A
través de la narración descubres un río de sentimientos que te lleva imbuido en
su corriente de imágenes hasta llegar a las conclusiones que el autor usa en
sus páginas, para aplicar el sentido común, la generosidad, el cariño, las
ganas…
Así
podemos leer en la página 66, "El primer mérito de un cuento es ser una fiesta
para los oídos". En la página siguiente hay otra frase preciosa: "La
hospitalidad es la forma más abierta de educación". En la página 88
leemos, "Los sentimientos son la impronta que las personas nos dejan en
el alma". Para seguir con algunas de las joyas, en la página 102 escribe: "Los
defectos que me molestan de los demás suelen ser defectos míos que no
acepto o desconozco". O en la 114: "La vida no es más que la suma
de nuestras ideas". En la página 146, con humor nos comenta: "Muchos jamás
se doblegan. ¿Acaso las articulaciones no fueron creadas para eso?"
En fin, no voy a seguir, llenaría muchos folios, es mucho mejor leerse este
precioso libro titulado Siete paraguas al sol de Manuel Cortés Blanco, que te
deja un buen frescor de mente mientras paseas al sol de sus páginas, por
supuesto sin olvidarte el paraguas, porque como dice Manuel: "Que llueva no
depende de ti, que lleves paraguas sí".
Manuel
Cortés Blanco ha sido galardonado con numerosos premios de novela y cuento. Es
un cuentacuentos nato, le encanta y sabe contar. Es médico y psicólogo. Ha
viajado por los cinco continentes, lo que le lleva a conocer muchas historias
de todas las partes en donde ha estado dejando su buen hacer como médico y como
persona. Además
de los premios que ha recibido como escritor, también ha recibido el Premio
Nacional Ulyses a la Investigación por su labor científica y profesional.
En fin, que Siete paraguas al sol de Manuel Cortés Blanco es una lectura muy recomendable para cualquiera de estos fines de semana de lluvia, viento, nieve y frío. Recogidos y abrigaditos en la butaca preferida, con este libro tenéis la emoción y el estar agustito en casa garantizados.
Nota: Reseña sobre mi libro Siete paraguas al sol, publicada ayer martes en El Faro Astorgano por la escritora Manuela Bodas Puente, bajo el título Los cuentos son el repique de la memoria.
lunes, 10 de febrero de 2014
Cerrado por encargo
Con frecuencia en la vida, una cosa te lleva a otra cosa. Y eso es un poco lo que me ha pasado a mí con mi cuento Mi globo más grande, incluido en el libro solidario Cuentos para compartir.
A raíz de su publicación, he recibido el encargo de una editorial especializada en este tipo de obras para que le presente un proyecto mío, con varios cuentos originales, dirigido a un público infantil. La fecha de entrega: el próximo 2 de abril -precisamente el Día Internacional del Libro Infantil y Juvenil-.
Todavía no me han aceptado nada, y aun en caso afirmativo hablaríamos de un plazo mínimo de un año para su edición. Sin embargo este encargo constituye una sorpresa, además de un reto y una gran motivación. Supone cambiar el chip, parando la novela que actualmente llevo entre manos y dedicándole más tiempo a esa tarea que nunca como hasta ahora me había planteado: idear y escribir para niños. Seguro que mi pequeño Principito me ayuda con sus juegos en tal objetivo.
Es por ello que durante este tiempo voy a estar relativamente alejado de mi blog, centrado en ese proyecto que a priori me resulta apasionante. Eso sí, como siempre decimos los cuentistas, dad por seguro que os voy a seguir contando... ¡y que no nos dejaremos de contar!
A raíz de su publicación, he recibido el encargo de una editorial especializada en este tipo de obras para que le presente un proyecto mío, con varios cuentos originales, dirigido a un público infantil. La fecha de entrega: el próximo 2 de abril -precisamente el Día Internacional del Libro Infantil y Juvenil-.
Todavía no me han aceptado nada, y aun en caso afirmativo hablaríamos de un plazo mínimo de un año para su edición. Sin embargo este encargo constituye una sorpresa, además de un reto y una gran motivación. Supone cambiar el chip, parando la novela que actualmente llevo entre manos y dedicándole más tiempo a esa tarea que nunca como hasta ahora me había planteado: idear y escribir para niños. Seguro que mi pequeño Principito me ayuda con sus juegos en tal objetivo.
Es por ello que durante este tiempo voy a estar relativamente alejado de mi blog, centrado en ese proyecto que a priori me resulta apasionante. Eso sí, como siempre decimos los cuentistas, dad por seguro que os voy a seguir contando... ¡y que no nos dejaremos de contar!
jueves, 6 de febrero de 2014
Mi amiga Ana Cristina Pastrana

La primera vez que coincidimos fue en una Feria del Libro, en la que ella participaba con sus poemas y yo con mis relatos. En ese momento ya dio muestras de su amabilidad al presentarme a distintos escritores invitados y difundir entre el público asistente la sesión de cuentacuentos que esa misma tarde yo impartiría.
Con el tiempo hemos compartido alguno de nuestros textos, e incluso aquel filandón en aquel precioso pueblo de montaña que ella misma organizó.
Mañana viernes, Cristina inaugura en León una exposición de pintura que -bajo el título Renacer- volverá a mostrarnos sus dotes al respecto. Allí estaremos muchos de sus amigos para acompañarle y, como siempre, desearle sencillamente lo mejor.
martes, 4 de febrero de 2014
Marta tiene un marcapasos

Durante dos días recordamos anécdotas de estudiantes, degustamos como entonces otro exquisito cocido, fuimos a un museo, paseamos por Recoletos... Y acabamos la noche del sábado en aquel musical de la Gran Vía. Concretamente el de Marta tiene un marcapasos -basado en la obra del grupo Hombres G-, en el Teatro Compac, como si quisiéramos memorar también una parte de la discografía de aquellos momentos.
De dicho musical, los medios han comentado muchas cosas: "Chispeante y rebosante de optimismo" (espaciossecretos.com), "Dos horas cargadas de diversión" (mujer.orange.es), "Una estupenda puesta en escena" (periodisticos.com)... En mi opinión, al margen de la sencillez de su argumento, de ciertas escenas demasiado forzadas o de alguna voz altisonante, asistimos a una obra divertida, con una escenografía cuidada y una música que -sin duda- encantará a quien en su día le encantasen los acordes de los Hombres G.
Y es que, también en nuestros gustos musicales, ¡veintitantos años no son nada!
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