El galardón sería un reconocimiento a la labor que dicha Fundación continúa ejerciendo en India y, sobre todo, un homenaje a su fundador, impulsor de un nuevo modelo de cooperación en defensa de la dignidad humana y la erradicación de la pobreza. Para ello Ferrer, que llegó a India en 1955, promovió la educación como parte del desarrollo centrándose en los parias, los dálits, los más rechazados por la sociedad india, y en las mujeres. Pero la suya era una visión integral, que incluía la atención sanitaria, el medio ambiente y la integración de los discapacitados.
Algunos datos recogidos por los promotores de la iniciativa demuestran esta labor: 1.696 escuelas, 4.978 asociaciones de mujeres con 67.135 miembros, 17 clínicas y hospitales, casi 30.000 viviendas construidas y cerca de tres millones de árboles plantados.
Algunos datos recogidos por los promotores de la iniciativa demuestran esta labor: 1.696 escuelas, 4.978 asociaciones de mujeres con 67.135 miembros, 17 clínicas y hospitales, casi 30.000 viviendas construidas y cerca de tres millones de árboles plantados.
Ante su ejemplo, no podía ser de otra manera: todos estamos de acuerdo.
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