Asimismo decidí aplicarme una serie de principios de los que he acabado haciendo norma de vida:
1.- Escribir para compartir.
2.- Empezar cada libro una noche de Reyes.
3.- Presentar dedicatorias sentidas, con y desde el corazón.
4.- Ceder lo que pudiera corresponderme como derechos de autor a Aldeas Infantiles SOS.
5.- Reconciliarme con mis vivencias a través de mi literatura.
6.- Disfrutar un montón escribiendo.
Para un obseso confeso del número siete parece evidente que a estas máximas les faltaría una séptima. Y en efecto existe: permitirme la licencia de ser infiel a cualquiera de mis manías cuando así me apetezca.
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