Hoy viernes 28 de noviembre se celebra por cuarto año consecutivo el Día de las Librerías. Espero poder celebrarlo perdiéndome en alguna. No obstante, vaya antes desde aquí mi felicitación sincera, junto a un fragmento de esas Nanas para un Principito, para todas aquellas personas que -incluso en estos tiempos- apuestan por vivir del libro.
Una de las cosas que más me gusta hacer es ir con
mis papás a la librería y revisar juntos alguno de sus libros. Allá dentro
los hay de todo tipo: de princesas, de brujas, de animales, de piratas, de lo
que tú quieras, de lo que tú necesites… Los destinados a los adultos resultan
de lo más aburridos, pues solo contienen letras. Sin embargo con los nuestros
lo pasas fenomenal. Algunos son desmontables, otros se colorean; si a este le
aprietas aquí, suena un timbre; si a aquel le tocas allá, muestra diferente
tacto… Y así permiten entre todos una fiesta de los cinco sentidos. En la sala
infantil solemos acumularnos bastantes niños; y aunque parezca imposible,
solemos guardar silencio. No conozco otro sitio en el que esta norma surta tal
efecto. Quizá porque entre tantos volúmenes, no buscamos aventuras; dejamos que
sean ellas las que nos encuentren.
viernes, 28 de noviembre de 2014
miércoles, 26 de noviembre de 2014
La risa entrecortada de las hienas

Obviamente estáis invitados a leerlo, a disfrutarlo, a ver todos sus dibujos en el book-trailer del libro, a visitar la exposición que se ha montado a propósito en el Salón de Reyes del Ayuntamiento de León y a asistir -si queréis y os es posible- a cualquiera de las presentaciones de esos Cinco cuentos en tu mano que tendrán lugar en los próximos días en Valladolid (27 noviembre), León (4 diciembre), Burgos y Palencia (estas dos últimas, pendientes de confirmar).
lunes, 24 de noviembre de 2014
Mi prima Jara
Comparto una estupenda noticia familiar. Mi prima Jara Baena Martínez acaba de ganar el II Certamen de Ilustración de Cuentos, Leyendas y Tradiciones Sorianas para Niños "Fray Conrado Muiños", convocado por la Diputación Provincial de Soria, con su obra titulada El milagro de El vado de Cascajar.
El jurado de este premio -dotado con 2.000 euros y la edición de la obra- ha destacado en su fallo la calidad del diseño de su trabajo, la adaptación al público infantil de los dibujos presentados y la capacidad para aunar aspectos literarios, legendarios y gráficos que acercan al público infantil a nuestro pasado de una manera lúdica.
En su día, ya tuve la suerte de comprobar la calidad de los diseños de Jara, quien ideó la portada adjunta de la edición kindle de mi libro El amor azul marino. Seguro que en el futuro volvemos a coincidir en algún otro proyecto literario.
Felicidades, querida prima, de corazón... Te lo mereces.
sábado, 22 de noviembre de 2014
Y en el Día de la Música
Dejo
constancia por escrito: me ha encantado mi primera experiencia con la Música. En aquel concierto
al que fui con mis papás, sonaba un arpa: diez dedos funambulistas haciendo
equilibrios entre cien cuerdas flojas... Había un piano, ese cofre de la isla
del tesoro que en vez de joyas contiene melodías... Estaba la flauta, que
aunque pueda parecerlo nunca suena por casualidad... También una armónica, tan
fácil de llevar en el bolsillo que con ella las notas siempre te acompañan. Por
supuesto, tambores prohibidos a deshoras, trompetas que parecen surtidores,
triángulos que no asistieron a clase de geometría, guitarras con forma de
ocho… Y, cómo no, la batuta de su director;
una varita mágica, capaz de coordinar a todos ellos hasta conseguir que su
sonido supere en hermosura a sus silencios.
La
Música es el arte mayúsculo de las musas, aunque se escriba en diminutivo. En
cualquiera de sus formas constituye otra de esas pasiones que integra la
condición humana. A su lado, la soledad se torna compañía; el miedo se hace
coraje; la indiferencia, sonrisas. Deseo seguir vinculado a ella. Porque he acabado descubriendo que esa Música es otro
de los recursos que ofrece la vida para ser y sentirme mejor.
Nota: Párrafo perteneciente al relato Concierto para año nuevo, incluido en mi libro Nanas para un Principito.
Felicidades a cuantos viven, sienten y disfrutan de ese arte tan especial.
jueves, 20 de noviembre de 2014
En el Día Internacional de los Derechos del Niño

Quizá lo menos interesante de todo sea, en verdad, cómo viví esta jornada. Lo realmente importante es la cantidad de sonrisas que, como un derecho más, nos ha regalado cada uno de esos chiquillos.
domingo, 16 de noviembre de 2014
Cinco cuentos en tu mano
El próximo jueves 20 de noviembre, coincidiendo con la conmemoración del Día Internacional de los Derechos del Niño, la Fundación JuanSoñador presentará un libro solidario, cuyos beneficios irán destinados íntegramente al sostenimiento de sus programas sociales: Cinco cuentos en tu mano. El acto se celebrará a partir de las 11:30 horas, en el Salón de Reyes del Ayuntamiento de León (Plaza de San Marcelo).
Cinco autores como Ana Isabel Conejo, Iván B. Llanos, Manuel Ferrero, Ana Cristina Pastrana y quien os escribe, junto a cinco ilustradores como la propia Ana Cristina Pastrana, Raquel Ordóñez Lanza, Laura García Bécares, Luis Gómez Domingo y José M. Redondo "Lolo", hemos unido nuestros cuentos y nuestros dibujos en favor de ese objetivo.
Adjunto el enlace al book-trailer de esos Cinco cuentos en tu mano, que ya está disponible en youtube:
https://www.youtube.com/watch?v=hOumZ0_j03Q
¡Ojalá que os guste!
Cinco autores como Ana Isabel Conejo, Iván B. Llanos, Manuel Ferrero, Ana Cristina Pastrana y quien os escribe, junto a cinco ilustradores como la propia Ana Cristina Pastrana, Raquel Ordóñez Lanza, Laura García Bécares, Luis Gómez Domingo y José M. Redondo "Lolo", hemos unido nuestros cuentos y nuestros dibujos en favor de ese objetivo.
Adjunto el enlace al book-trailer de esos Cinco cuentos en tu mano, que ya está disponible en youtube:
https://www.youtube.com/watch?v=hOumZ0_j03Q
¡Ojalá que os guste!
jueves, 13 de noviembre de 2014
Mi adiós de ASEMEYA
En aquel pueblo zaragozano donde pasé mi niñez, había un maestro que aseguraba que él no quería chiquillos educados para su clase, sino niños nobles. De manera que -como buen aragonés- no enseñaba educación, sino nobleza. Y yo, siendo un alumno tan aplicado, considero que aprendí bien su lección.
Desde entonces, aun admitiendo que con frecuencia pudiera estar equivocado, procuré hacer de esa cualidad mi bandera de vida. Desde ella he tomado decisiones no siempre sencillas, e incluso a veces alguna dolorosa. Entre ellas, la que he refrendado en estos días al remitir a su presidente mi baja de una asociación a la que he pertenecido durante años y por la que sentía un cariño especial: la Asociación Española de Médicos Escritores y Artistas (ASEMEYA). Todavía recuerdo mi discurso de ingreso, allá por el mes de junio de 2008. Lo titulé El amor en los tiempos del cuento y -por el modo de exponerlo- creo que a todos les sorprendió.
Sin embargo, en este último año no estoy de acuerdo con la gestión que vienen realizando desde su página web: de la calidad del servicio, del importe que se paga y, sobre todo, de a quién se le paga. No quiero ni debo entrar en detalles, pues aquel maestro de pueblo también me explicó que las cosas no son siempre como a uno le gustaría. Ahora, eso sí, debo marcharme. ¡Nobleza obliga!
Desde entonces, aun admitiendo que con frecuencia pudiera estar equivocado, procuré hacer de esa cualidad mi bandera de vida. Desde ella he tomado decisiones no siempre sencillas, e incluso a veces alguna dolorosa. Entre ellas, la que he refrendado en estos días al remitir a su presidente mi baja de una asociación a la que he pertenecido durante años y por la que sentía un cariño especial: la Asociación Española de Médicos Escritores y Artistas (ASEMEYA). Todavía recuerdo mi discurso de ingreso, allá por el mes de junio de 2008. Lo titulé El amor en los tiempos del cuento y -por el modo de exponerlo- creo que a todos les sorprendió.
Sin embargo, en este último año no estoy de acuerdo con la gestión que vienen realizando desde su página web: de la calidad del servicio, del importe que se paga y, sobre todo, de a quién se le paga. No quiero ni debo entrar en detalles, pues aquel maestro de pueblo también me explicó que las cosas no son siempre como a uno le gustaría. Ahora, eso sí, debo marcharme. ¡Nobleza obliga!
lunes, 10 de noviembre de 2014
Compartiendo mis Secretos

Por ello, aprovechando la coincidencia esta pasado fin de semana de mi estancia en Vigo con el concierto sinfónico que impartían en su Auditorio del Mar -junto a la Joven Orquesta de la Universidad de Valladolid-, no pude resistirme a asistir para disfrutar de cada uno de sus acordes.
Como no podía ser de otra manera, me entusiasmó. Y como cantara el genio, volvió a obrarse el milagro: "cuando las luces se apagan y el concierto terminó, y la música se acaba... entonces volví a ser yo".
jueves, 6 de noviembre de 2014
Desde "a terra dos fillos de Breogán"
Me encanta Galicia. De siempre me ha entusiasmado. Quizá por eso la haya retratado tantas veces en mis libros, haciendo de un gallego (aquel entrañable Benito Expósito Expósito) el protagonista de Mi planeta de chocolate, y enmarcando en alguna de sus rías uno de los pasajes de mis Nanas para un Principito.
Razones de trabajo me han traído estos días hasta Pontevedra. Como siempre, la acogida ha sido extraordinaria. Por ello, a modo de agradecimiento, quisiera compartir unas líneas de mi Literatura referidas precisamente a esta tierra tan hospitalaria.
Y en efecto, Galicia: a terra dos fillos de Breogán.
El folklore celta asoma por los rincones, en estancias alejadas del asfalto. Su mitología, ora áspera, ora risueña, jamás será indiferente. Una sucesión de seres que viven en nuestra imaginación, alcanzando tantas formas como personas los imaginen. Las mouras, mujeres hermosas que habitan en sus castros guardando tesoros; el trasno, ese duende casero que acostumbra a revolver en la cocina; el Bergantín Pantasma, un barco pirata hundido frente a las Islas Cíes, que resurge en cada noche de tormenta. Los Xacios del río Miño, el Diaño Bulheiro de las veredas, la Peeira dos Lobos de los bosques, el gigante Olláparo. Y, por supuesto, las meigas. Algunas nunca envejecen porque siempre fueron viejas. Otras respiran con tal ansia que parece no haber aire que las sacie. Y todas, absolutamente todas, gozan de un sexto sentido que arremete cuando alguien les injuria.
Galicia, patrimonio de cuentos y leyendas. Quien así la siente, vaya a donde vaya seguirá estando allí. Quizá por eso el mismísimo Dios, después de crear el mundo, decidió apoyarse en ella para descansar, dando forma con los dedos de sus manos a las actuales rías mayores.
Y en efecto, Galicia: a terra dos fillos de Breogán.
El folklore celta asoma por los rincones, en estancias alejadas del asfalto. Su mitología, ora áspera, ora risueña, jamás será indiferente. Una sucesión de seres que viven en nuestra imaginación, alcanzando tantas formas como personas los imaginen. Las mouras, mujeres hermosas que habitan en sus castros guardando tesoros; el trasno, ese duende casero que acostumbra a revolver en la cocina; el Bergantín Pantasma, un barco pirata hundido frente a las Islas Cíes, que resurge en cada noche de tormenta. Los Xacios del río Miño, el Diaño Bulheiro de las veredas, la Peeira dos Lobos de los bosques, el gigante Olláparo. Y, por supuesto, las meigas. Algunas nunca envejecen porque siempre fueron viejas. Otras respiran con tal ansia que parece no haber aire que las sacie. Y todas, absolutamente todas, gozan de un sexto sentido que arremete cuando alguien les injuria.
Galicia, patrimonio de cuentos y leyendas. Quien así la siente, vaya a donde vaya seguirá estando allí. Quizá por eso el mismísimo Dios, después de crear el mundo, decidió apoyarse en ella para descansar, dando forma con los dedos de sus manos a las actuales rías mayores.
lunes, 3 de noviembre de 2014
De colores...
Nota: Párrafo perteneciente al relato El murciélago de colores, incluido en mi libro Nanas para un Principito.
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