martes, 8 de diciembre de 2015

Cantabria infinita

¡Qué rápido pasó este puente! Fueron cuatro días festivos que aprovechamos para realizar una escapada en familia. Hacía cinco meses que no salíamos de los límites de nuestra provincia y eso, conociéndome, constituye un récord de tiempo casi absoluto. Por suerte, la elección del destino no pudo ser mejor: esa Cantabria infinita que además de un sol espléndido nos ofreció el encanto del Parque de la Naturaleza de Cabárceno, tanta magia del Museo de Altamira, el señorío de Santillana del Mar, esas playas de Suances... E incluso otra sesión de cuentacuentos en una de sus casonas, tan entrañable como improvisada.
De aquella tierruca nos trajimos otro montón de vivencias, varios amigos y un refrán de la zona: A perro ratoneru no se le pone campanu. Tomo nota de ello hasta nuestra próxima visita.

2 comentarios:

Cristina dijo...

Me alegra Manuel que estés mejor y que disfrutes de esas merecidas vacaciones.

Manuel Cortés Blanco dijo...

Buenos días, Cristina:
Mil gracias por tu comentario. La verdad es que hemos pasado unos días muy bonitos, acompañados sin duda por el buen tiempo. ¡Fíjate que incluso en Suances llegamos a meternos en el mar! Y es que no tengo duda de que unas vacaciones de vez en cuando son siempre necesarias...
Nos seguiremos contando. Mil sonrisas.