Pero entonces empezó a sentir miedo del perro. Un miedo atroz e incomprensible que se despertaba cada vez que lo sentía. De modo que el mago, conmovido de nuevo por tanto temor, decidió convertirle en perro. “Tal vez así ya no vuelva a temer nada”, pensó confiado.
Sin embargo, pronto empezó a sentir miedo de la pantera. De manera que el mago, nuevamente conmovido, le convirtió precisamente en eso… en pantera.
Fue entonces cuando comenzó a temer al cazador. El mismo miedo, igual de atroz e incomprensible, que se aparecía cada vez que lo nombraba.
Llegado a este punto, el mago se dio por vencido y volvió a convertirlo en ratón, diciéndole: "Nada de lo que haga por ti va a servirte de ayuda porque a quien tiene el alma de ratón, sea lo que sea, siempre habrá algo que le dé miedo".
Nota: Fábula india leída en el Filandón de cuentos para pensar y sentir que celebramos la semana pasada en la Biblioteca de Aragón.
2 comentarios:
Muy bonita Fábula
Este cuento lo leí hace muchos años de mi libro de lectura en primer año de primaria y me cambió la vida porque sentí que el ratón me reflejaba y que, por lo tanto, nada ni nadie podía quitarme los miedos sino yo misma al sobreponerme a ellos. Definitivamente uno de mis cuentos favoritos e inolvidables. Gracias por ponerlo al alcance.
Daritza Quintero
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