Jorge Luis Borges recordaba que su amigo Xul Solar solía aconsejar para Año Nuevo que lo que uno hiciera esa noche acabaría por convertirse en lo que haría durante el resto del año. Por eso el genial escritor argentino insistía en aceptar esa recomendación premonitoria, no yéndose a dormir sin antes escribir algunas líneas o ponerse a leer algún poema para que se cumpliera el presagio.
Sumido en esa dinámica, es probable que esta noche sonría junto a los míos. Ponga música de fondo, cantemos con alegría, cuente un cuento a los amigos, hablemos de nuestras cosas, haga una tortilla de patata, brindemos con salud… Y escriba alguna línea por el mero hecho de que me apetece. Todo para que a pesar de los malos augurios tengamos, merezcamos y disfrutemos de un Año Nuevo mejor. Desde el tercer piso, escalera izquierda, de mi corazón, ¡feliz 2012!
sábado, 31 de diciembre de 2011
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2 comentarios:
Feliz año nuevo Manuel.
Mil gracias, Cristina. Lo mismo te deseo a ti. Y que sepamos valorar esas riquezas que a veces se nos escapan: salud, trabajo, un amigo incluso cuando más lo necesitas, otra charla distendida, un cuento bien contado, algún postre compartido, esa canción...
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