En una fecha tan emotiva y en la semana en que este blog ha alcanzado los 50 seguidores, vaya mi felicitación a escritores, editores, libreros, agentes literarios, distribuidores, traductores, dibujantes, encuadernadores y ese largísimo etcétera de personas que le dan vida a un libro. Sin olvidar, por supuesto, a la más importante de todas ellas: su lector.
Tras estos días de vacaciones -siempre merecidas, siempre necesarias- nos seguiremos leyendo, haciendo nuestro aquel proverbio hindú: Un libro abierto es un cerebro que habla; cerrado, un amigo que espera; olvidado, un alma que perdona; destruido, un corazón que llora.
sábado, 23 de abril de 2011
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