Cuentan que Pirro, rey de Epiro en el siglo III a.C., tras combatir y vencer a los romanos en la batalla de Ausculum, tuvo un gran número de bajas entre sus tropas. Tantas que llegó a exclamar:
- ¡Otra victoria como esta y estoy perdido! De este apunte de la Historia procede la expresión victoria pírrica para significar aquellos logros que requieren de un sacrificio desproporcionado.
Aun cuando dicha cita tiene su origen en un triunfo, denota una declaración de pesimismo, de manifiesta inferioridad.
El éxito se juzga en función de lo que renuncias para obtenerlo.
Contrariamente, a Napoleón Bonaparte se le atribuye otra frase en la línea de combate durante su desastrosa campaña en Rusia:
- Derrota tras derrota hasta alcanzar la victoria.
Sin duda, un comentario surgido tras un revés en la contienda que alberga fe en sí mismo y esperanza en el futuro.
No conseguir lo que quieres se antoja a veces como un golpe de suerte. ¿Dónde acaba la prudencia y comienza la valentía?
Aquellas fueron dos de las historias que nos enseñó la vida.
Cada vez confío más en lo que aprendo, a sabiendas de que forma parte de mí. Aunque confieso que a veces me resulta difícil ser yo.
Nota: Fragmento incluido en el relato Me acuerdo de que, perteneciente a mi libro Cartas para un país sin magia.
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