Tras el proceso de revisión de sus galeradas, hoy entra definitivamente en imprenta mi libro El amor en los tiempos del Mindfulness, a fin de que esté listo para su presentación en Miguelturra (Ciudad Real) el próximo día 18, coincidiendo con la entrega del premio Carta Puebla de este año.
Con independencia de que en mi opinión va a quedar muy bien, anticipo que cuenta con un protagonista de ficción inspirado en un amigo de la vida real. De hecho, se llama como él: Miguel Ramón.
Conocí a Miguel en la Feria del Libro de Burela y desde el primer momento nos pareció una persona extraordinaria. Siempre atento, siempre amable, siempre bondadoso. Recuerdo la conversación que mantuvo con mi hijo mientras compartían una horchata, la bebida favorita de ambos:
- Yo soy de un pueblo cercano a Valencia de Don Juan... Y tú de un pueblo cercano a Valencia del Cid -le decía Manuel pequeño, refiriéndose así a la capital del Turia.
Unos meses después, Miguel tendría el detalle de hacerse los más de 300 kilómetros que separan su Alboraya de mi Zaragoza para asistir a la presentación de Catorce lunas llenas. Aquellos días disfrutamos de su presencia, de aquel horchatero de cerámica que nos regaló, de cada conversación. Y descubrí a un ser esencialmente bueno, enamorado de los libros, sensible a los problemas del otro, amigo de sus amigos... tomándole como inspiración para una de mis historias.
Si el genial Salvador Robles le hizo personaje en una de sus novelas, yo me he basado en él para uno de mis actores. Y aunque el Miguel Ramón de mi ficción y el de la realidad no sean el mismo, comparten esa esencia que les define: ambos son generosos con la Vida sin esperar nada a cambio. En esa actitud, me muestro agradecido ante ellos.
miércoles, 2 de octubre de 2019
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