Me encanta el fútbol. Aunque como dijera el filósofo Valdano, este deporte sea lo más importante de entre las cosas que no tienen importancia, confieso que me apasiona. Seguidor desde siempre de mi Real Zaragoza, nunca olvidaré aquellas tardes de domingo en las que siendo tan crío -por supuesto, debidamente ataviado con bufanda y de blanco aunque no fuera oficial- acompañaba a mi padre de la mano al fondo norte de la Romareda.
Admito también que he presenciado muchos partidos, muchos equipos, muchos estadios... Y que por ello, creo saber algo al respecto. Así, en cuanto vi a aquel delantero llamado Borja Iglesias jugando con el filial del Celta, supe que estábamos ante un auténtico crack... cuando en un encuentro juvenil quedé sorprendido por ese extremo derecho llamado Alberto Soro, pronostiqué que acabaría en un club de primera antes de que fichara por el Real Madrid... Y este fin de semana, asistiendo con mi hijo de la mano al estadio Reino de León para presenciar un partido en la categoría de bronce del fútbol español, he descubierto otra gran afición: la del Unionistas de Salamanca.
Porque a pesar del esfuerzo realizado por acompañarle, de que su equipo perdiera e incluso de que no hiciese el mejor partido, estuvieron animando en bloque de principio a fin... Con sus colores al viento, siendo una sola voz; si bien lo mejor llegó tras el pitido final. Los seguidores unionistas insistieron en sus cánticos, dando aliento a cada jugador -presentes y emocionados a pie de campo- durante más de quince minutos. Fue un espectáculo digno de ver, de una grandísima hinchada. Los pocos espectadores de nuestra Cultural que aún quedábamos en las gradas, rompimos a aplaudir.
En ese momento, le pedí a Manuel pequeño que aprendiera la lección: ¡Así se anima a tu equipo, porque tú eres tu equipo!... Y le prometí que antes de que acabe la presente temporada, iremos a Salamanca para ver un partido del Unionistas... y sobre todo para estar junto a esa afición que -aunque perdieran el partido- ayer se nos ganó.
lunes, 17 de febrero de 2020
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