Hubo un tiempo en el que tuve carnet de investigador. Fue en aquel Instituto de Salud Carlos III donde pasé tres años de mi vida. Primero en su Escuela Nacional de Sanidad; luego en el Centro Nacional de Epidemiología. Allí comprendí en primera persona lo rentable que es que un país invierta en Investigación y Desarrollo (I+D), los estragos que ocasionan las políticas restrictivas a ese respecto -con huida de jóvenes talentos y demasiadas patentes-, el trabajo en equipo en torno a un proyecto ilusionante... Y la alegría añadida cuando este resulta reconocido, como aquella vez que en un estudio posterior nos otorgaron uno de los Premios Naciones Ulysses a la Investigación por nuestra labor científica.
Aun cuando la Vida me haya cambiado de escenario, sigo pregonando la importancia de invertir en I+D. Y sigo haciéndome eco de cualquier descubrimiento positivo que pueda mejorar nuestra salud.
Desde esa perspectiva, esta mañana comparto una noticia que seguramente ha pasado desapercibida a pesar de su trascendencia: "Descubren un fármaco que detiene la progresión de la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA)", una enfermedad degenerativa de mal pronóstico, de la que solo en España se vienen a diagnosticar entre dos y tres casos nuevos cada día. La reseña nos llega desde la Universidad de Montreal y sin duda constituye un motivo de esperanza.
Por eso hoy, quince años después, vuelvo a ponerme mi bata blanca de laboratorio y -a través de este microscopio imaginario en forma de blog- le doy visibilidad.
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1 comentario:
Buenos días de nuevo:
Adjunto enlace a uno de los medios que recoge esta noticia, por si fuera de vuestro interés.
Mil sonrisas.
https://cordobabuenasnoticias.com/2017/11/18/descubren-un-farmaco-que-detiene-la-progresion-de-la-ela/
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