El pasado fin de semana estuve en el cine viendo la película que se ha convertido sin duda en el éxito de esta temporada: Campeones, del director Javier Fesser. Una comedia desenfadada, divertida, valiente e inteligente que demuestra como el deporte puede convertirse en una herramienta de inclusión social.
Sin embargo, debo admitir que a quien me hacía especial ilusión ver en dicha cinta era a mi amigo Jesús Vidal, el actor que interpreta a ese peculiar Marín al que le pasa de todo.
En su papel, Jesús está sencillamente genial. Sobresaliente como sus compañeros de guion, aunque conociéndole tampoco nos extraña. Me consta que además de una grandísima persona es un actorazo de los pies a la cabeza.
Recuerdo aquel debut con su obra Sala de espera en el Teatro El Albéitar (León), aquella puesta en escena que organizamos en la Casa de la Cultura de Villademor de la Vega, tantas ilusiones compartidas por esas Cáscaras vacías que desde el Centro Dramático Nacional han salido de gira por España... Sonrío con esas conversaciones a propósito de nuestros proyectos: él sobre su teatro, yo sobre mis cuentos... Sé a quién le dedica su trabajo diario... Y constato siempre su inmensa humanidad, su sincera amistad.
Superando mil inconvenientes, Jesús se ha convertido por méritos propios en lo que es, en lo que se siente y en lo que merece ser: un ACTOR estupendo que todavía tiene muchísimo que darnos.
Dicho con todo respeto y afecto, amigo Jesús, ¡eres nuestro Campeón! Y me alegro por ello de corazón.
miércoles, 2 de mayo de 2018
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario