Con el debido permiso de los responsables de Espacios Naturales de la Junta de Castilla y León, aprovechando que lució un sol maravilloso, un grupo de amigos pertenecientes a la asociación Educamor realizamos el pasado sábado una excursión entre sus parajes. Sinceramente, fue una delicia. Otro lugar de cuento que merece otro cuento. Y al igual que sucedió en aquel Bosque de los Arrayanes ubicado cerca de la argentina Bariloche -al que le dediqué un relato incluido en mi libro Siete paraguas al sol-, ya se ha puesto en marcha mi inspiración para que en breve lo tenga.
lunes, 1 de octubre de 2018
En el Pinar de Lillo
Con el debido permiso de los responsables de Espacios Naturales de la Junta de Castilla y León, aprovechando que lució un sol maravilloso, un grupo de amigos pertenecientes a la asociación Educamor realizamos el pasado sábado una excursión entre sus parajes. Sinceramente, fue una delicia. Otro lugar de cuento que merece otro cuento. Y al igual que sucedió en aquel Bosque de los Arrayanes ubicado cerca de la argentina Bariloche -al que le dediqué un relato incluido en mi libro Siete paraguas al sol-, ya se ha puesto en marcha mi inspiración para que en breve lo tenga.
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