jueves, 5 de mayo de 2016

Mi yo periodista

La de periodista ha sido de siempre una profesión que me fascina. Sé que la libertad de prensa es uno de los mejores indicadores de la Libertad de cualquier país, que muchos reporteros se juegan la vida en el ejercicio de su misión, que en ocasiones son víctimas de esa tiranía consistente en matar al mensajero. Por eso la respeto tanto. Y por ello me alegré enormemente cuando mi sobrina optó por estudiar esa carrera.
No obstante, hay algo que en ocasiones echo de menos: más rigor informativo. Recientemente ha trascendido a la prensa una información banal relacionada con mi trabajo, en la que algunos de los datos que se publicaron -además de generar una alarma absolutamente innecesaria- no estaban contrastados y eran opuestos a nuestra actuación. Al exigir una rectificación por escrito, el asunto no mejoró. Y es que textualmente dijeron que "en contra de lo publicado, no se precisó de ningún tipo de intervención quirúrgica". ¡Sí, pusieron el adjetivo quirúrgica, tratándose de un proceso meramente médico y sin que nadie les hubiera nombrado esa palabra!
Esta situación recuerda a esa vivencia que tuve tras una rueda de prensa, con motivo de la publicación de mi novela Mi planeta de chocolate. A fin de aclarar qué había sucedido con aquellos niños de Morelia, que se vieron obligados por la guerra a viajar de España a México, en un momento de la misma manifesté literalmente que "Franco, a principios de los años cuarenta, se dirigió al presidente Cárdenas ofreciéndole la posibilidad de que aquellos pequeños pudieran regresar a España con sus familias de origen". Al leer la reseña al día siguiente en dos diarios ideológicamente opuestos, comprobé que en cada uno de ellos alguien había añadido una cita. En el primero introdujeron la expresión "con fines propagandísticos"; en el segundo escribieron "con fines humanitarios". Puedo asegurar que yo no afirmé ni lo uno ni lo otro. Los adjetivos son siempre subjetivos; por eso acostumbro a usar solo sustantivos.
Al curso que viene, mi sobrina terminará su carrera y alcanzará ese ansiado título de licenciada en Periodismo. Ese día, si me permite un consejo, yo le regalaré este: "Trabajes en el medio que trabajes, contrasta siempre tu información y mide las consecuencias de la misma. Deshecha las fuentes que no sean de fiar. Y cuando des una noticia, evita calificativos personales. Quizá no te quede tan bonita, pero sin duda resultará más veraz".

No hay comentarios: