El amor azul marino es, sin duda, mi cuento más emblemático. Fue el primero que escribí, el primero que conté en mi primera sesión de cuentacuentos, el primero que edité, el que puso nombre a mi primer libro, el que sirvió de referencia a mi primer blog, el primero que nos reseñaron e incluso el primero que alguien me plagió. Parece mi tarjeta de presentación, mi seña de identidad. Sin haberlo imaginado, no sería el cuentista que soy... Y aun más: sin haberlo escrito, no viviría la vida que vivo pues -de una manera alegórica- este relato nos presentó a mi mujer y a mí el día que se lo conté.
Hoy he recibido otra primicia de su parte. Gracias a mi amigo Alberto Lahoz, el cuento ha sido traducido al aragonés bajo el título L'aimor azul marino. Se lo valoro muchísimo, habiéndolo colgado en el blog que lleva el nombre de su título original y cuyo enlace adjunto:
http://elamorazulmarino.blogspot.com/2019/04/laimor-azul-marino_9.html
Y es que, por mucho tiempo que pase, los colores de su trama no dejan de sorprender.
martes, 9 de abril de 2019
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