A sus cuatro años de edad, nuestra Sirenita me hizo esta mañana una pregunta a propósito de los Magos de Oriente:
- Si tú eres tan bueno, ¿por qué solo te traen libros?... Deberían haberte dejado un montón de juguetes.
A menudo cuesta responder a sus preguntas, pero en esta ocasión me lo ha puesto fácil. De hecho, le enumeré todo lo que esos Reyes me habían dado: salud, trabajo, familia, amigos, esa afición que me encanta... Y por supuesto, a ella y a su hermano.
Por la tarde llegaron más regalos en forma de mensajes. Casual o causalmente, tres amigos compartieron conmigo que hoy terminaron mi libro El amor en los tiempos del Mindfulness: Manuel en Zaragoza (precisamente desde ayer mismo puede adquirirse en su Librería Albareda), Héctor en León (siempre dispuesto a poner su Música en cada una de mis presentaciones) y Noemí desde Santander (quien no tardará en recomendarlo para su club de lectura)... A los tres les encantó. Y casual o causalmente, otros tantos lo pidieron, quedando a la espera a partir de mañana de la salida de una nueva edición.
Por la noche cayó el último presente del día: algún cuento contado en la cabecera de nuestras camas, varios besos de hasta mañana y la lectura de las primeras páginas de aquel libro matutino. Y es que, como asegurara nuestro Principito, al final el mejor regalo seremos siempre nosotros.
lunes, 6 de enero de 2020
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario