A primera hora de la mañana salta la noticia en un medio local: "Al menos siete alumnos de la Academia del Aire dan positivo por Coronavirus tras citarse más de 200 en León para la entrega de despachos". A los pocos minutos, aquel titular es recogido por un diario nacional, citando la palabra rebrote e incidiendo en que esos casos proceden de distintos puntos de España. Prende el miedo. A partir de ese momento, los teléfonos de nuestra Sección no paran de sonar. Desde la propia Consejería de Sanidad hasta familiares de esos alumnos preocupados por su salud... incluida cierta cadena de radio en busca de algún detalle.
Nosotros no sabemos nada. Absolutamente nada. Pero ante tal posibilidad, paralizamos lo mucho importante que tenemos pendiente para dedicarnos a esa supuesta urgencia. Toca apagar el incendio. Hablamos con los Servicios Sanitarios de la Academia. No hay ni un solo caso confirmado. Tan solo algún positivo -bastante menos de siete- en los test rápidos aplicados, actualmente sin valor diagnóstico per se, que al completarse con las PCR correspondientes a ellos y a sus contactos resultaron todas negativas.
Realmente, nunca hubo noticia. Aun cuando distintos medios la desmintieron esa misma tarde, pasamos una mañana entera sofocando otro fuego que jamás debería haberse encendido.
Tristemente, tampoco es la primera vez que nos sucede.
Ante ese desasosiego, compartía esta vivencia con mi sobrina Mariela -nuestra periodista de cabecera-, abogando por la información contrastada ante tal sensacionalismo... Y como siempre, sin pretender matar a ningún mensajero, coincidiendo en esa cita de su colega David Felipe Arranz: Las noticias son un material complejo y resbaladizo. Aunque el periodista no sea objetivo, sus métodos deberían serlo siempre.
jueves, 16 de julio de 2020
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