- ¡Cinco
por una cinco, cinco por dos diez, cinco por tres quince…!
Las excelencias de nuestra geografía:
- ¡España
limita al norte con los Pirineos, al este con el Mediterráneo, al oeste con
Portugal…!
Los deberes que reza el catecismo:
- ¿Eres
cristiano? ¡Sí, soy cristiano por la gracia de Dios!
Éramos tan pocos los niños del colegio que, además de pentagrama,
compartimos infancia entera: izado de estandarte los lunes a las nueve,
señorita en los buenos días, quina con yema a la hora del recreo, mapamundi en
la orla, enciclopedia de espíritu nacional... Y sobre todo canciones, muchas
canciones. Las de enero dedicadas al nuevo año, para que traiga buenos caldos,
nidos al campanario, jarabe contra la tisis. Las de marzo por la primavera;
¡que ninguna tormenta quiebre más espigas! En mayo para la Virgen, a la que
colmábamos de flores y rosarios. En septiembre la vendimia, noviembre a la
matanza del cochino, diciembre por Navidad…
Nota: Párrafo perteneciente al relato titulado Soñando a Dulcinea, incluido en mi libro El amor azul marino.