lunes, 21 de junio de 2010

Una entrevista especial

El IES Luis Buñuel de Zaragoza fue mi instituto. Allí, además de completar los estudios de BUP y COU, hice grandes amigos, muchos de los cuales aún conservo. Por ello, cuando con motivo del pasado Día del Libro me invitaron a asistir al centro y realizar unas sesiones de cuentacuentos acepté encantado.
Al tiempo me hicieron una entrevista que saldrá publicada en su revista y que resumidamente hoy comparto con vosotros.

Pregunta (P): ¿Qué te impulsó a escribir?
Respuesta (R): He de reconocer que de siempre me ha gustado y que ya en el colegio mis maestros decían que lo hacía muy bien. En el instituto gané un premio de relatos. Luego estudié Medicina y publiqué distintos artículos científicos. A nivel literario comencé a escribir hace cinco años, a raíz del fallecimiento de mis padres. Cuando descubrí que con mis libros, además de divertirme y hacer amigos, podía compartir un montón de sentimientos.
P: ¿Qué recuerdos conservas de aquellos años que viviste en este instituto?
R: Muchos y muy buenos, hasta el punto de que mis amigos de entonces siguen siendo mis amigos de ahora. Recuerdo a mis profesores, el viaje de estudios que hicimos a Andalucía, el primer ciclo de cine sobre Luis Buñuel, los partidos de fútbol contra otros institutos… Sin duda, fue un periodo entrañable.
P: ¿Le interesa al lector lo mismo que le interesa al espectador?
R: En mi opinión uno y otro son distintos. El lector de mis cuentos busca en ellos un motivo para reflexionar; quizá por ello resulte más exigente. El espectador de mis cuentacuentos prefiere entretenerse. En cualquier caso, ante ambos mi objetivo es el mismo: contar para compartir.
P: ¿Qué temas te interesan más en tu producción literaria?
R: Sin lugar a dudas, todos aquellos relacionados con el cuento. De hecho me identifico plenamente con la palabra cuentista. Cuentista porque utilizo este género para expresar lo que siento, por pertenecer a una familia que se cuenta las cosas. Mis dos primeros libros abordan este género literario, mientras que en “Mi planeta de chocolate” el protagonista es un enamorado de los mismos.
Y me encanta la palabra cuentacuentos. En España he participado en alguno de los certámenes más importantes al respecto. También he realizado sesiones ante niños, personas mayores institucionalizadas y últimamente con alumnos de enseñanza secundaria. Siempre de una manera altruista.
Para ser narrador sólo hay que tener algo que contar, creer en ello y contarlo. Porque los cuentos gozan de un don especial: además de ser muy útiles para la transmisión de valores, son capaces de generar emociones en quien los escucha. Y eso, creedme, es magia en estado puro.
P: Por lo que puedes observar, ¿cómo ves el panorama literario de Aragón?
R: En general, y en estos tiempos de crisis, prima descaradamente lo comercial. Para las grandes editoriales, mejor publicar un libro que venda que un libro bueno. Y casi todas las librerías prefieren apostar por los best-seller. Por suerte, a nivel de autores, en Aragón tenemos muchos escritores de primera línea que se codean entre los mejores del país.
La Asociación Aragonesa de Escritores, de la que es socio el IES Luis Buñuel, realiza también una gran labor en la promoción de nuestra cultura.
P: Los protagonistas de tus libros son niños o jóvenes. ¿Es difícil escribir sobre ellos? ¿Qué intereses has detectado como posibles fuentes de producción? ¿Es el mundo de los valores un espacio que hay que potenciar?
R: Desde mi condición de médico epidemiólogo, he trabajado en distintos países del mundo. Entre ellos, algunos de los más pobres, varios en guerra, otros sumidos en epidemias. Y en todos he descubierto que los más vulnerables a cualquier situación crítica son los menores de edad. Por eso el protagonista de mi primera novela ha sido un pequeño.
A partir de ahí ideé una trama intentando ponerme en su piel. Con inocencia, curiosidad, simpatía, imaginación. Más que fácil o difícil, diría que fue un reto. Y más que interesarme como fuente de producción, diría que es una necesidad.
En cuanto a los valores, para mí los jóvenes están llenos de ellos. Así mayoritariamente se consideran solidarios, pacifistas, amigos de sus amigos... Sin embargo es importante trabajarlos debidamente invitándoles a reflexionar, en especial sobre aquéllos que menos consideran, como la aceptación de uno mismo, la salud o el respeto a lo diferente.
P: En lo personal, ¿qué sentimientos encuentras con la tarea de escribir?
R: De siempre me ha interesado mucho lo que sienten las personas; a veces, incluso más que lo que viven. Por eso en mis libros describo personajes que me hablan de la amistad, la soledad, el amor en cualquiera de sus formas. A veces me paro en ellos invitando al lector a reflexionar. Sin emociones estaríamos muertos.

2 comentarios:

LA CAJA DE ANBAIRO dijo...

AMIGO Manuel:

Como siempre, tus comentarios, relatos, vivencias, como les quieras llamar, están llenos de ternura y humanidad.
En ellos se ve reflejada tu capacidad de querer hacer las cosas para que otros puedan sentirse felices y estoy seguro o al menos así lo creo, que llegas a conseguirlo.
No me extraña que recibas elogios, premios, reconocimiento...
Tu labor como profesional y como persona es responsable y humana.
Me siento orgulloso de poder dirigirte este comentario.

Tu entrevista; Especial e interesante.

Un abrazopoeta

Manuel Cortés Blanco dijo...

Mil gracias, amigo Anbairo, por tu comentario. Es un halago mayor viniendo de quien viene.
Nos seguimos leyendo.
Un abrazocuento.