Hace aproximadamente un año, a nuestra Sirenita le apareció cierta mancha en una de sus escamas. Como ella misma decía, parece un borrón pintado con algún rotulador. Tal vez una de esas gotas de petróleo que insensatos vertimos al mar. En cualquier caso, a mí nunca me gustó, por lo que decidimos poner su piel en manos de mis colegas. En ese proceso encontramos a Águeda, a Luis, a Marta... Tres profesionales de primera -a los que estamos inmensamente agradecidos- que la valoraron y decidieron limpiarla.
Mañana a media tarde será la intervención. Como la propia Sirenita comparte con sus muñecas, le van a borrar la mancha con una goma mágica. Sus escamas volverán a relucir. Y es que como aprendimos de su cuento original, en un mundo con tantas maravillas, las cosas buenas siempre merecen acabar bien.
miércoles, 18 de septiembre de 2019
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