viernes, 11 de febrero de 2022

Corriendo por una causa...

Dicen que quien ha sido deportista durante su juventud, lo será por el resto de su vida. Quizá por ello, aun habiendo colgado hace tanto mis zapatillas, siga vinculado a ese Atletismo en el que estuviera federado varias temporadas, si bien a partir de entonces solo entrenando por mi cuenta o participando en propuestas populares. 
Ayer nuestro amigo Nicasio me animaba a apuntarnos a la próxima: otra organizada por la ONG Entreculturas, bajo el lema Corre por una causa. Sin embargo, en esta edición no va a poder ser. En la última carrera que disputé a finales de diciembre en nuestro querido Toral de los Guzmanes -aquella también era solidaria, en favor de la Lucha contra el cáncer-, tuve una lesión tendinosa que -pese a fisios e ibuprofenos- resulta demasiado limitante y por ahora me impide correr.
Lo siento por sus organizadores -tan comprometidos siempre con la Educación y el Desarrollo en los lugares con menos oportunidades-, por Nicasio, por mí mismo... Y, en especial, por Manuel pequeño, con quien suelo realizar cada recorrido propuesto. A menudo, cual si fuera mi propia causa o una metáfora de nuestra vida, le llevo en la mochila su ropa sobrante junto a algún botellín de agua. Como reza la canción, lo más lejos a su lado... admitiendo, eso sí, que al margen de esas lesiones -como una continuación de aquella misma metáfora- cada vez me saca más ventaja.

No hay comentarios: