Entre los primeros juguetes que tuvieron mis hijos siempre hubo algún tablero de Ajedrez. Recuerdo que Amalia disponía los peones en fila junto al resto de sus muñecos; luego los esparcía por la alfombra antes de ordenarlos en su caja. Manuel era más de asaltar esos alfiles de nuestra colección de piezas recopiladas de distintos rincones del mundo. Aquellas del Perú, hechas de arcilla, cuentan por eso con una torre de menos.
En mi condición de apasionado de los enroques y monitor federado en su día, procuré enseñarles desde pequeños los secretos de cada apertura, las posibilidades de cada defensa... A ganar si tocaba ganar, a aprender si tocaba perder, a respetar cada norma, a disfrutar de un deporte que -entre otras muchas virtudes- consigue el milagro de detener nuestro tiempo y ayudarnos a pensar.
En ese crecimiento tanto personal como de jugador nos ayudó que en su colegio se impartiera Ajedrez como actividad extraescolar. De hecho, ambos tuvieron la suerte de que alguno de sus amigos también se apuntara, atesorando Manuel junto a ellos los campeonatos provinciales escolares de las categorías Benjamín y Alevín.
El pasado sábado Manuel, además de subir de nuevo al podio en su último campeonato, se ganó el derecho a participar en el próximo torneo autonómico de su categoría. El coordinador deportivo de Escuelas Deportivas Municipales llamó ayer para notificárnoslo y darnos su enhorabuena. Será la primera vez que represente a León sobre el tablero, fuera de nuestra provincia. Y es que en verdad -sobre todo con ese Gambito de Dama que tanto desconcierta- juega estupendamente, si bien le queda margen de mejora; en especial si lo hiciera más despacio.
Con Amalia esperaremos al curso que viene, cuando juegue junto a sus amigas en categoría Prebenjamín. ¡Y cuidado con ella, que ya hay veces a su edad en las que nos pone contra las tablas!
Al final, acabaremos dándole la razón a mi colega de letras José Luis García Gil, para quien el Ajedrez es un juego... por eso, quien lo practica, no deja de ser niño.
2 comentarios:
¡Enhorabuena querido amigo! Un abrazo desde Cádiz, tu casa.
Me alegra mucho saber que también sois ajedrecistas. Aunque sea deporte más sedentario, no deja de ser un reto para tener agilidad y frescura mental. Enhorabuena!!!
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