jueves, 29 de abril de 2010

La última vuelta del scaife

Empezaré esta reseña compartiendo un secreto: en ese mundo mágico de la Literatura hay personajes que de conocerse serían buenos amigos. De hecho, no tengo ninguna duda de que Josué (protagonista de la novela que acabo de terminar, La última vuelta del scaife) y Benito (actor principal de mi libro Mi planeta de chocolate) lo son. Los dos comparten un ideal que les permite sobreponerse a las adversidades que ofrece la vida, una sucesión de viajes que ponen el escenario a sus reflexiones, una colección de amigos que son sencillamente eso… amigos. Incluso una frase de fondo, referida respectivamente a un reloj y al chocolate, que dará coherencia a su destino. Y ambos se empecinan en algo en apariencia imposible: hacer realidad un sueño dentro de la pesadilla que les toca vivir.
En efecto, La última vuelta del scaife me ha parecido un libro tan interesante como cercano, pero no sólo por eso. Se trata de una novela muy bien documentada (tanto en el marco histórico como en lo referente a la cultura judía o africana), con un lenguaje fluido y cuidado, una trama atractiva salpicada de sorpresas que aun siguiendo su cauce no se cierra hasta el final, un ritmo acorde a ella (lento cuando el lector necesita una pausa, rápido si requiere avanzar) y unos personajes tan logrados que cualquiera podría ser el principal.
De entre ellos destacaría al judío Aarón, cabeza y protector de su familia, quien pretende ser libre frente a los dogmas tradicionales. Al himba Kuaima, víctima de una esclavitud descrita con maestría, que parte junto a su pueblo buscando la libertad. Al diplomático Carlos, empecinado por liberarse de los tapujos sociales. Al amor de una vida representado por Abigail… Y así, uno a uno, hasta llegar a Josué, el nexo de unión de todos pese a tantas diferencias. Un personaje que nos muestra sus dudas, sus debates filosóficos, sus sentimientos... sopesándolos abiertamente frente a los del resto de sus compañeros. Un joven embarcado en una aventura por Europa y África que acabará convirtiendo en un viaje a su interior. Un referente de los importantes hechos que en esos momentos está viviendo el mundo. Para terminar, casi sin darnos cuenta, cautivando con ello al lector, entreteniéndole e invitándole a reflexionar.
La última vuelta del scaife es también una apuesta literaria a favor de los valores, de esa ilusión, de tanta esperanza. La metáfora del diamante como vida, y las vueltas del scaife reflejando los cambios que la misma puede dar, resulta elocuente. Porque al final, como pretende demostrar la novela, todo lo que sucede nos va puliendo, va haciéndonos más persona… Sin olvidar que lo realmente importante es que en esa vuelta definitiva alcancemos de verdad nuestro objetivo.
No quisiera despedirme sin compartir otro secreto: en ese mundo entrañable de la Literatura, quien cree firmemente en un sueño lo acaba consiguiendo. Y me da que Josué, al igual que Mercedes escribiendo una historia tan hermosa, ha alcanzado uno de los suyos.

Nota: Mercedes Pinto estará estos días en Zaragoza participando en dos actos relacionados con su obra. Hoy jueves, a las 19:30 horas en la Biblioteca de Aragón, charla-coloquio a propósito de su novela, moderada por Julia Duce (portal literario Abretelibro). Mañana viernes, a esa misma hora en el Ámbito Cultural de El Corte Inglés, presentación del libro junto al escritor Santiago Morata.

3 comentarios:

Manuel Cortés Blanco dijo...

Añadir que desde hoy esta misma reseña puede leerse en el blog de la Asociación Aragonesa de Escritores y en el hilo que tiene la novela en el foro Ábretelibro. También está pendiente de salir publicada en el portal resenyasliterarias.blogspot.com
Mil sonrisas.

Mercedes Pinto dijo...

He llegado de Zaragoza hace apenas dos horas y me encuentro con este hermoso regalo. Es un honor para mí encontrar tan hermosas palabras de mi obra en tu blog.
Me alegro de haber estado en tu tierra apadrinada por alguien como tú.
Ya hablaremos.
Gracias por tanto, Manuel.

Manuel Cortés Blanco dijo...

Buenos días, Mercedes: Sé por Julia y por Santiago que los actos en Zaragoza estuvieron bien. Me alegro mucho porque tú y tu novela os lo merecéis. Ya nos contarás detalles. Y en cuanto a mi reseña, es sencillamente sincera. De hecho por aquí ya te has ganado otros nuevos lectores.
Mil sonrisas, buen descanso de ese viaje y nos seguimos leyendo.