Lo reviso más despacio: "Las mascarillas hacen que volvamos a inhalar el anhídrico carbónico que expulsamos al respirar... produciendo una hipercapnia que lleva a la acidosis... condición ideal para desarrollar enfermedades como el cáncer".
Tristemente, a la pandemia del virus le esta siguiendo otra epidemia de desinformación. Y es que tal conclusión no es cierta. El uso de mascarillas podrá ser más o menos molesto, pero en personas sanas no genera ni hipoxia -falta de oxígeno- ni hipercapnia -exceso de anhídrido carbónico-. Porque no son compartimentos estanco, permitiendo el flujo de aire por sus parte superior y lateral... Porque no existe plausibilidad biológica -una de las condiciones que los epidemiólogos exigimos para establecer cualquier causalidad- que sostenga que incuben cánceres... Porque no hay un solo estudio científico que demuestre tal relación.
Únicamente podrían generar algún problema entre aquellos pacientes con una insuficiencia respiratoria considerable, de portarlas durante largo tiempo o realizar mientras tanto algún ejercicio intenso. Y aun así, el riesgo sería mayor para que se produjera una disnea o fatiga que dicha acidosis. De ahí que la normativa vigente les exima de su uso.
La iniciativa italiana Patto per la Scienza denunció en marzo que las afirmaciones de Montanari generan confusión y desinformación entre los ciudadanos, carecen de base científica y pueden conducir a un comportamiento ilegal y peligroso, al instarles a salir de casa sin tomar medidas o a subestimar esta pandemia. Su alegato en forma de vídeo no me ha llegado nunca. El del supuesto nanopatólogo, varias veces. Y es que, también en estos tiempos del Coronavirus, apuntalar una verdad nos cuesta mucho... Desmontar cualquier mentira, ¡muchísimo!
No hay comentarios:
Publicar un comentario