Hubo cierto día en que, desde la asociación Educamor?, un grupo de amigos decidimos crear el proyecto León Libre de Plásticos. Desde él desarrollaríamos labores de educación ambiental, tratando de concienciar a la población de la importancia que a diferentes niveles posee el cuidar de nuestro medio. Aquel taller formativo en el festival navideño de Caritas-León constituyó una primera propuesta al respecto.
Paralelamente, realizaríamos labores de limpieza de residuos en determinados espacios naturales, como reservas de montaña, cuencas de río o incluso dentro de la propia ciudad. No en vano, así lo hicimos en distintas ocasiones acompañados por jóvenes voluntarios, a lo largo de las riberas del Torío o del Bernesga.
En estas jornadas veraniegas en Toral de los Guzmanes -mi pueblo de adopción-, además de charlar con sus gentes, montar en bicicleta o caminar sus veredas, he decidido junto a algún que otro vecino limpiar sus aledaños de basura. Incluso el Principito y la Sirenita se han apuntado a alguna de esas batidas. Y la verdad es que lo vamos consiguiendo, poco a poco, con espíritu positivo, a sabiendas de que -como anticipa ese proverbio oriental- quien ama la Naturaleza encontrará la alegría en su interior.
sábado, 5 de septiembre de 2020
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