A principios del otoño, me ganó su primer partido a Tenis sin que me dejase, y además sin permitirse ni un solo set en contra: 6-4, 6-1. En aquella carrera solidaria que compartimos por Navidad, me sacó medio minuto en apenas siete kilómetros de recorrido. ¡Y eso que al final frenó para esperarme! Hace tiempo que he asumido que cada día sabe más Informática que yo. ¡A veces pienso que demasiada! Desde el inicio de esta primavera, prácticamente nos supera en altura... Y este último sábado, desarrollando una Defensa siciliana con piezas negras, propinó mi primera derrota ante él en otra partida de Ajedrez: ¡Jaque mate!
En verdad que nuestro Manuel pequeño se está haciendo grande, superándonos -y superándose- cada día que pasa. Ciertamente es ley de Vida, sintiéndolo por ello de la manera más natural. Junto a esa evolución, asistimos a su crecimiento personal y a los logros/alegrías que el mismo le proporciona. La de ayer: su presentación en el Palacio de Deportes de León como miembro de la base de su club de Balonmano, el Abanca Ademar. La de hoy: su selección para el Campeonato Jóvenes Promesas de León, en Ajedrez, después de rozar el podio a nivel individual y proclamarse ganador por equipos con su colegio en los últimos campeonatos escolares.
En cualquiera de los casos, seguiremos a su lado -sin que se note demasiado- mostrándole el camino... Y es que, parafraseando a la comunicadora Ann Landers, he acabado asumiendo que al final no tendrá éxito gracias a lo que haga por él, sino a lo que le enseñe a hacer por sí mismo.
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