A partir de este próximo lunes entraré como epidemiólogo de guardia para el Área Sanitaria 3 -provincias de León y Palencia- de la Junta de Castilla y León, permaneciendo atento a cualquier microbio que pudiera afectar a la población. Desde esa toxiinfección alimentaria de algún restaurante hasta aquel brote por la primera bacteria en mi última residencia.
Porque los epidemiólogos somos una especie de policía sanitaria. Velamos para que todo esté tranquilo, sea donde sea y a la hora que sea, actuando en caso de alerta. Aunque a menudo no se nos conozca ni se nos reconozca, como ciudadano agradezco que estemos. Y es que en asuntos de salud, acostumbramos a ignorar cuanto tenemos hasta que nos falta.
Por supuesto que andaré pendiente de los posibles casos, contactos, dudas habidas y demás que pudieran surgir en torno al Coronavirus. Y si los avisos lo permiten, seré fiel a esa máxima de dormir a mis pequeños con un cuento. Seguro que el de esta noche ya lo habéis adivinado: irá sobre cierto policía que en lugar de ladrones detenía microorganismos.
viernes, 6 de marzo de 2020
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