Lo aprendí de aquel profesor en cierto curso de Salud Pública: cualquier intervención que no se visualiza es como si no existiera.
Partiendo de tal premisa, resulta incuestionable que en estos tiempos del Coronavirus ha surgido desde distintos sectores todo un movimiento de solidaridad. Uno de ellos proviene del Taxi, que por razones familiares conozco bien y quisiera evidenciar.
Para exponer su posición de riesgo, basta decir que en una urbe como Guayaquil se estima que han fallecido por COVID19 más de cien taxistas -con uno de cada cuatro presentando síntomas compatibles-, por lo que se considera una de las profesiones más castigadas por esta epidemia... Y en otra como Barcelona, a principios de abril contabilizaba en dicho gremio once defunciones relacionadas. Todo ello en el contexto de un futuro incierto y de esa caída descomunal de sus carreras.
Pese a ello -como respuesta a la emergencia que vivimos- en muchas ciudades españolas han surgido distintos servicios de Taxi Solidario. Así, cientos de conductores en Madrid trasladan gratuitamente a profesionales sanitarios a sus puestos de trabajo, a las casas de sus pacientes o a cubrir atenciones en residencias de ancianos... E incluso su Federación Profesional del Taxi ha renunciado a ayudas que pudieran corresponderle de su Comunidad para que sean destinadas a la adquisición de material.
En Sevilla, un grupo de taxistas pertenecientes a la asociación Élite Taxi Sevilla ofrece portes gratis a personas sanitarias, enfermas -en especial, niños oncológicos- o sin recursos, así como entregas de comida a domicilio en coordinación con los servicios sociales del municipio... La Federación del Taxi de Valencia ha cerrado un convenio con la Consejería de Movilidad para fijar una tarifa reducida en los trayectos a centros médicos, a fin de cubrir los huecos a los que no llegan otros servicios de transporte tan sobrecargados en estos días... Y así, de norte a sur, de este a oeste, de nuestras islas al interior.
Por ser la que me toca más de cerca, comparto que desde la Asociación Provincial de Auto-Taxi de Zaragoza decenas de taxistas vienen realizando servicios gratuitos como voluntarios en sus días de no trabajo. Colaboran con el Ayuntamiento en el Mercado Central, repartiendo material y mascarillas... Con el Hospital Provincial, en el transporte de equipos de protección individual, pantallas y otros enseres médico-quirúrgicos... Con la empresa Toldos Serrano, en la distribución de batas para su entrega posterior a los centros sanitarios... Con Red Solidaria Actur y Parque Goya, en el reparto de mascarillas... Con la organización Coronavirus MERKWA, en el transporte de material y pantallas protectoras... Además, me consta que han realizado servicios a hospitales para personas mayores al precio de un euro y miles de carreras a coste reducido.
En estos momentos en que prima la Salud, el sector del Taxi ha asumido los protocolos preventivos establecidos, protegiendo así a clientes y conductores, desinfectando los coches después de cada servicio y -adicionalmente en algunas ciudades- habilitando puntos de limpieza específicos para desinfectar sus vehículos.
Y es que en esta pandemia, dicho Taxi -además de solidario- está siendo más servicio público que nunca.
lunes, 27 de abril de 2020
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